¿Qué es?
Todo el mundo habla del punto G, pero… ¿sabes realmente lo que es y cómo encontrarlo? Para empezar no es un punto concreto, es una zona. Concretamente es una de las principales zonas erógenas de la mujer. Está situado en el interior de la vagina y es la prolongación del clítoris. Se encuentra solo a unos 3 o 5 centímetros de la entrada, por lo que no es necesario un gran tamaño para llegar a él. El punto G es el centro que coordina el sistema vaginal, pues cuando este se presiona, el clítoris y la vagina se deforman.
¿Cómo lo encuentro?
Si quieres encontrar tu punto G te recomendamos que te tumbes en la cama boca arriba y te relajes. A continuación, cuando estés preparada, introduce dos dedos hasta la mitad de la vagina. Como ya sabes, está a unos 3-5 centímetros de profundidad en la pared frontal, así que experimenta la zona hasta encontrarlo: se reconoce por ser un área algo rugosa. Es normal que no lo encuentres a la primera, así que no te desesperes y sigue probando. Puedes ayudarte de una crema estimulante de punto G, la cual te aplicas tanto dentro como fuera de la vagina y actúa engrosando el área del punto G para hacerlo más accesible.
¿Cómo lo estimulo?
Una vez encontrado, toca estimularlo. Con dos dedos introducidos, realiza suaves toques sobre el punto G. También existen vibradores especialidades en estimular el punto G si lo prefieres.
No tendrás dudas de si lo has encontrado o no. Si lo has hecho bien tendrás un intenso placer. También notaras la sensación de que te orinas y no debes parar por ello, continúa hasta llegar al orgasmo y la eyaculación femenina.
¿Eyaculación femenina?
Eso es. En la zona G se encuentran unas glándulas llamadas Skene. Estas glándulas producen un líquido transparente (similar a la uretra) durante la excitación que acaba expulsándose durante el orgasmo: la eyaculación femenina.
Ya tienes toda la teoría. Es hora de llevarlo a la práctica, ¿no? Experimenta con tu punto G. ¡Adelante!