Slow Sex: disfrutando de cada instante

El tiempo perfecto de duración en un encuentro sexual completo (incluyendo preliminares, estimulación, coito, orgasmo y post coito) se encuentra entre los 20 y los 30 minutos. Todo encuentro que dure menos de 20 minutos se considera rápido.

El slow sex no solo es contar exhaustivamente los minutos para durar más, es una actitud. Slow sex es disfrutar del momento y alargar la duración del placer.

Es muy importante y necesario dedicarle tiempo a la intimidad. Hay que cuidar la sexualidad en pareja y dedicarle tiempo para que sea satisfactoria. El sexo no debe verse únicamente como “cumplir”. No debemos olvidar su esencia: disfrutar.

Por ello y, aunque el orgasmo sea la culminación del acto sexual, no debemos verlo como nuestro único objetivo. El placer no es la meta, es todo el camino.

Para conseguir posponer la eyaculación, se pueden utilizar anillos para pene y otros artículos que hagan la erección más duradera y ayuden a prolongar el placer.
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El slow sex consigue disfrutar de cada momento del encuentro y tener una experiencia duradera y única. ¿Estás preparado/a para probarlo?

8 ideas para practicar relaciones sexuales más duraderas

1. Explorad vuestro cuerpo. Existen muchas zonas erógenas (boca, orejas, nuca, pezones, nalgas, vientre, parte interna de los muslos, perineo, ano…) y también hay que mimarlas de vez en cuando. Jugad con la respiración, los susurros y las caricias en zonas nuevas.

2. Introduce juguetes sexuales. Hay una amplia gama de juguetes sexuales para que podáis elegir el que más os gusta.
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3. Stop. Cuando estéis en mitad de la relación sexual, parad. Así conseguiréis retrasar el orgasmo. Podéis aprovechar esos “descansos” para contaros qué os gustaría que os hicieran y volver a la carga con más seguridad.

4. 4. Experimenta con los sentidos. Introduce velas aromáticas, hielos o alimentos afrodisiacos. Abre tus cinco sentidos al placer.

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5. Preliminares, los justos. La felación y el cunnilingus serán grandes aliados del slow sex siempre que no duren mucho tiempo. Explora las zonas de alrededor como las ingles o los testículos de una forma muy sutil y delicada.

6. Ve aumentando el nivel de erotismo. Ponte ese picardías que te compraste y nunca usas para hacer un baile sensual mientras tu pareja te lo quita o probad espacios nuevos de la casa para desatar vuestra pasión.
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7. Prueba nuevas cosas. Salir de la zona de confort suele retrasar la eyaculación ya que, al hacer algo desconocido para nosotros solemos ir más despacio y con cuidado. ¿Has probado el beso negro?

8. Tómatelo como un juego. Reta a tu pareja a ver quién aguanta más y retrasad la penetración hasta que ya no podáis más.

Rompe con la mecánica y la monotonía y explora esta nueva técnica que os proporcionará un placer duradero.